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San esteban navarra



agosto 9, 2022

Concierto de Albéniz: V. Aragón (Arr. para guitarra y

El retablo en su diseño es un poco tardío, dependiendo todavía de los modelos del románico tardío. Consta de un banco con relieves entre ménsulas de doble follaje, dos tramos de tres naves divididos por columnas pareadas con el tercio inferior del fuste en zigzag y el resto acanalado, y el triple ático entre machones. La decoración carnosa y protobarroca se limita a las hornacinas y a los entablamentos.

La iconografía se compone de figuras aisladas de santos, a excepción de los relieves del banco que representan las escenas de la Oración en el Huerto y el Camino del Calvario. En la primera sección, San Esteban está flanqueado por los otros dos diáconos, San Vicente y San Lorenzo; en la segunda, San Juan Bautista, San Sebastián y un obispo que quizá podría identificarse con San Fermín; y en el ático, el Calvario con San Bartolomé y Santiago a ambos lados.

CHOCARRO HUESA, M., «El obispo Juan Rena, mediador y mecenas artístico de la catedral de Pamplona», Príncipe de Viana, 256 (2012), Número dedicado a: programas de estudio sobre el Patrimonio Cultural y las artes en Navarra en torno a tres hitos 1212-1512-1812, (coordinado por Ricardo Fernández Gracia), pp. 587-601.

Sarasate: Ocho Danzas Españolas

Una pieza excepcional es el llamado Juego de Ajedrez de Carlomagno. Según la tradición, el emperador estaba jugando en él cuando escuchó la llamada de Roldán anunciando la fatal derrota del ejército franco. En realidad se trata de un relicario en el que se alternan casillas esmaltadas con otras que contienen reliquias con sus verdaderos nombres protegidos por un cristal.

La marca MOP revela que el relicario fue fabricado en Montpellier, posiblemente a mediados del siglo XIV. El esmaltado muestra rasgos de la escuela del Midi. La ausencia de una marca de orfebrería, exigida por las ordenanzas de 1355, proporciona un terminus ante quem.

Videoprocesiunecalea eroilor

En el siglo XV, otra disputa dinástica por el control del rey de Aragón provocó divisiones internas y la eventual conquista de la parte sur del reino por Fernando II de Aragón en 1512 (anexionada definitivamente en 1524). Las Cortes de Castilla la anexionaron a la Corona de Castilla en 1515. El resto de la parte norte del reino volvió a unirse a Francia mediante una unión personal en 1589, cuando el rey Enrique III de Navarra heredó el trono francés como Enrique IV de Francia, y en 1620 se fusionó con el Reino de Francia. Los monarcas de este estado unificado tomaron el título de «Rey de Francia y Navarra» hasta su caída en la Revolución Francesa, y de nuevo durante la Restauración borbónica desde 1814 hasta 1830 (con un breve interregno en 1815).

El reino se originó en la vertiente meridional de los Pirineos occidentales, en las llanuras que rodean la ciudad de Pamplona. Según geógrafos romanos como Plinio el Viejo y Livio, estas regiones estaban habitadas por los vascones y otras tribus vascónicas-acuquenses relacionadas, un grupo de pueblos preindoeuropeos que habitaban la vertiente sur de los Pirineos occidentales y parte de la costa del Golfo de Vizcaya[14]. Estas tribus hablaban una versión arcaica de la lengua vasca, generalmente conocida por la lingüística como protovasco, así como algunas otras lenguas relacionadas, como la lengua aquitana. Los romanos tomaron el control total de la zona en el año 74 a.C., pero a diferencia de sus vecinos del norte, los aquitanos, y de otras tribus de la Península Ibérica, los vascones negociaron su estatus dentro del Imperio Romano[15] La región formó parte primero de la provincia romana de Hispania Citerior, y después de la Hispania Tarraconensis. Estaría bajo la jurisdicción del conventus iuridicus de Caesaraugusta (actual Zaragoza).

CHRISTINA JIHEE NAM / Concurso Menuhin 2018, Junior

Fermín (también Firmin, del latín Firminus; español Fermín) fue un legendario santón y mártir, tradicionalmente venerado como copatrón de Navarra, España. Su muerte puede asociarse a la persecución de Decio (250) o a la de Diocleciano (303)[1].

Aunque se dice que vivió en el siglo III, la leyenda de Fermín es una creación del siglo IX. Probablemente tiene su origen en la diócesis de Toulouse, que se esforzó por difundir la devoción a San Fermín. Si existió un Fermín histórico, se desconoce por completo y probablemente no fue más que un nombre en una lápida en torno al cual se elaboró una leyenda edificante[2].

Según la leyenda, un senador pamplonés llamado Firmus fue convertido al cristianismo por Honestus y convenció a Saturnino para que fuera a Pamplona a bautizarlo. Allí el obispo predicó a grandes multitudes y bautizó a unas 40.000 personas en tres días. El hijo de Firmus, Firminus (Fermín), fue confiado a Honestus para su educación cristiana y a los 31 años fue a Toulouse para ser consagrado por el sucesor de Saturnino, Honorato. A continuación, Fermín fue a predicar al norte de la Galia, donde se asoció a la ciudad de Amiens. Fue perseguido y finalmente martirizado[1].

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