Relación médico-paciente | Juego de rol | AETCOM
En este estudio cualitativo se examinan las relaciones entre médico y enfermera a la luz de la literatura existente, centrándose en los conflictos y sus soluciones en el trabajo. El objetivo principal del estudio es comprender e interpretar las relaciones sociales en una organización hospitalaria de Turquía. Según las discusiones de los grupos focales, no sólo existen conflictos de género entre médicos y enfermeras, sino que también hay conflictos debidos a las desigualdades personales, profesionales, económicas y de género de la sociedad. Por lo tanto, los factores psicológicos, culturales y estructurales desempeñan un papel importante, al igual que las cuestiones organizativas y profesionales en el proceso de las relaciones laborales entre médicos y enfermeras. Aunque en este estudio el conflicto médico-enfermera desafió los hallazgos existentes, las intervenciones de las enfermeras con respecto a los tratamientos de los médicos y, por lo tanto, la capacidad de controlar la distribución del poder, también deben considerarse hallazgos desafiantes.
1Como afirman Bourgeois (1985) y Jehn (1995), los miembros de grupos diversos tienen puntos de vista distintos como resultado de sus diferentes orígenes. Esta diversidad suele dar lugar a conflictos. El nivel y el tipo de conflicto son muy importantes. Si el conflicto constructivo (Van De Vliert et. al. 1999) es mayor que el destructivo, la eficacia de la organización puede aumentar utilizando un enfoque de resolución de problemas. Tal y como comentan De Dreu y Van Vianen (2001), la gestión de los conflictos influye en el bienestar individual, el rendimiento general del grupo y la eficacia de la organización.
Salud total: Relación médico-paciente
Somos compañeros de trabajo que compartimos un objetivo común: atender a los pacientes. Somos un equipo y nos necesitamos mutuamente. En los mejores momentos, cuando colaboramos y nuestro trabajo en equipo brilla, los médicos, las enfermeras y los pacientes se benefician.
Otras veces, sin embargo, ese trabajo en equipo se rompe. Cuando la forma en que nos relacionamos con los demás está impulsada por la jerarquía (real o percibida), y no por la colaboración, el resultado puede ser frustrante para todos los implicados. En las situaciones en las que prevalece una dinámica de poder disfuncional, el mensaje para las enfermeras puede ser desalentador: dirígete a los médicos… y no les hagas perder el tiempo.
Obviamente, no somos los primeros en llamar la atención sobre esta dinámica. Resulta sorprendente la cantidad de enfermeras que pueden evocar fácilmente el recuerdo de un encuentro humillante o que les genere ansiedad con un médico, a menudo al principio de nuestras carreras.
Puede ser muy tentador mirar estos datos y estereotipar a los médicos como arrogantes e irrespetuosos. Y es cierto que no todos los médicos son los más empáticos, pacientes o colaboradores, pero tampoco lo son todas las enfermeras. Hay mucho más en la historia. Es increíble trabajar con muchos médicos que se preocupan por sus pacientes tan profundamente como nosotros.
LA RELACIÓN ENFERMERA-MÉDICO
Con motivo de la Semana Nacional de la Enfermería que comienza hoy, queremos destacar una parte esencial, pero a veces tensa, de la asistencia sanitaria: la relación médico-enfermera. Según una encuesta realizada por el American College of Healthcare Executives (ACHE), el 98% de los médicos y enfermeras con los que hablaron afirmaron haber sido testigos de problemas de comportamiento entre médicos y enfermeras en el último año. La encuesta concluye que:
«[La] falta de respeto fundamental entre médicos y enfermeras es un problema que afecta a todos los aspectos de su trabajo. La moral del personal, la seguridad de los pacientes y la percepción pública del sector se ven afectadas por ello».
En otra encuesta realizada a 1.289 trabajadores sanitarios, el 66% respondió que las relaciones entre médicos y enfermeras en su lugar de trabajo eran una mezcla de colaboración y conflicto, pero que en general estaban bien. El 31% de los encuestados afirmó que había demasiados enfrentamientos poco profesionales entre enfermeros y médicos en su lugar de trabajo y que las relaciones eran malas. Sólo el 3% de los encuestados considera que las relaciones entre médicos y enfermeras son sólidas y que existe un clima de respeto mutuo. Mantener una relación positiva entre médico y enfermera en el lugar de trabajo no es fácil. Los lugares de trabajo de la sanidad tienen un estrés adicional creado por la elevada carga de trabajo, las largas horas de trabajo y el agotamiento que puede empujar fácilmente a los compañeros a discutir, actuar a la defensiva y culparse.
El médico y la enfermera trabajan en equipo
Las relaciones entre médicos y enfermeras son a veces tensas. Se cree que los conflictos entre médicos y enfermeras, la tensión y el estrés son factores que contribuyen a la insatisfacción laboral y al agotamiento de las enfermeras.
Por supuesto, pueden surgir conflictos entre trabajadores en contextos empresariales y profesionales ajenos a la sanidad. Los trabajadores pueden no llevarse bien debido a diferencias de personalidad de diversa índole. Los trabajadores pueden percibir que se les trata injustamente en relación con sus compañeros de trabajo. La organización puede crear una situación de competencia entre los trabajadores. Puede producirse acoso sexual. Situaciones como éstas pueden generar conflictos y tensiones entre los compañeros de trabajo o entre el supervisor y el compañero. Lo ideal es que la dirección sea consciente de estos problemas y tome medidas para abordarlos y resolverlos.
Aquí no se trata de los conflictos entre médicos y enfermeras que son el resultado de factores empresariales y de personalidad comunes, como los mencionados anteriormente, sino de los conflictos que son propios de las relaciones entre médicos y enfermeras. ¿Qué tipos distintivos de conflicto son posibles cuando los médicos y las enfermeras trabajan juntos y cuáles son las causas de dichos conflictos?