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Enfa test embarazo



julio 27, 2022

Signos del síndrome de Down durante el embarazo

Estudio retrospectivo unicéntrico realizado entre enero de 2014 y abril de 2016 en una maternidad tipo III y un centro de traumatología, que incluyó a las embarazadas ingresadas por traumatismo abdominal. La gravedad del traumatismo se evaluó utilizando las directrices de la Sociedad de Obstetras y Ginecólogos de Canadá. Se analizó el impacto de una prueba de KB positiva, definida como>0,1%. El resultado adverso se definió como una o más de las siguientes complicaciones: muerte fetal intrauterina, desprendimiento de la placenta, parto prematuro<37 semanas de gestación y anemia fetal o neonatal.

Durante el periodo de estudio, se incluyeron 265 embarazos implicados en un traumatismo abdominal: El 69% con un traumatismo menor y el 31% con un traumatismo grave. De todas las pacientes, el 5,6% presentó un test de KB positivo, y entre ellas el 15,4% tuvo un resultado adverso. No hubo diferencias significativas en la tasa de resultados adversos en el grupo de KB positivo y en el grupo de KB negativo ni en la población general (P=0,16), ni en la población de traumatismos menores (P=1) ni en la población de traumatismos graves (P=0,14). Los valores predictivos positivos fueron respectivamente en la población global, en el grupo de traumatismos menores y en el grupo de traumatismos graves del 15,4%, el 0% y el 25%.

Translucencia nucal

La amniocentesis consiste en introducir una fina aguja en el útero de una mujer embarazada para tomar una muestra de líquido amniótico directamente del saco amniótico. El procedimiento es una forma de recoger y analizar las células fetales presentes en el líquido amniótico para diagnosticar diversas afecciones que podrían afectar al bebé.

La amniocentesis la realiza un ginecólogo-obstetra. Guiado por la ecografía, el médico extrae entre 20 y 30 ml de líquido amniótico, que es aproximadamente el 10% de la cantidad total del útero. El líquido amniótico se repone regularmente, por lo que el procedimiento no tiene ninguna repercusión en el feto.

El principal riesgo asociado a la amniocentesis es el aborto. Esto ocurre en aproximadamente 1 de cada 300 casos, aunque algunos estudios sugieren que la probabilidad es incluso menor. Mucho más raramente, la amniocentesis puede causar una infección.

Es normal experimentar calambres en el estómago después de someterse a la amniocentesis. Por lo general, se recomienda descansar durante las 24 horas siguientes al procedimiento. En raras ocasiones, las mujeres pueden notar sangrado o pérdida de líquido amniótico por la vagina. Si esto ocurre, o si tiene fiebre, es buena idea hablar con un médico.

Trisomía 18

El programa de cribado prenatal de la trisomía 21 de Quebec ofrece a todas las mujeres embarazadas y a las parejas de la provincia el acceso a una prueba de cribado gratuita de la trisomía 21. Su proveedor de atención médica le hablará de esta opción durante el primer seguimiento del embarazo. La participación en el programa es completamente voluntaria.

Los niños que nacen con trisomía 21 sufren retrasos intelectuales de leves a moderados. No hay forma de predecir el grado de deficiencia, ya que cada caso es diferente. La estimulación y el apoyo que recibe un niño con trisomía 21 también contribuyen a su desarrollo.

Entre el 40 y el 50 por ciento de los bebés nacidos con trisomía 21 tienen un defecto cardíaco, y entre el 5 y el 10 por ciento tienen defectos gastrointestinales. Una intervención médica temprana y un seguimiento regular pueden ayudar a minimizar estos problemas.

A pesar de su limitado desarrollo cognitivo, las personas con trisomía 21 tienen el potencial de establecer relaciones emocionales sólidas y llevar una vida plena. En la edad adulta, con el apoyo y la estimulación adecuados, algunos pueden trabajar y vivir de forma relativamente independiente. Sin embargo, como no hay cura para la enfermedad, la mayoría de los adultos necesitan algún nivel de apoyo a lo largo de su vida.

Prueba Nipt

OBJETIVO: Evaluar la tasa de pruebas del VIH y determinar los factores de riesgo de no haberse hecho la prueba durante el embarazo. MÉTODOS: Se realizó un estudio transversal en Porto Alegre, sur de Brasil, de diciembre de 2000 a febrero de 2001. Se obtuvieron variables socioeconómicas, maternas y sanitarias mediante un cuestionario estandarizado. Se obtuvieron las odds ratio crudas y ajustadas y sus intervalos de confianza del 95% en modelos de regresión logística. RESULTADOS: Se entrevistó a un total de 1.642 madres. De ellas, el 94,3% declaró que se les había ofrecido la prueba del VIH antes o durante el embarazo o durante el parto; 89 madres (5,4%) no se habían sometido a la prueba o no sabían si lo habían hecho. Acudir a menos de seis visitas prenatales, ser soltera y tener menos de 18 años fueron barreras relevantes que impidieron la realización de la prueba del VIH. Se encontró una relación entre la escolaridad materna y la categoría del proveedor de atención prenatal. Tener una escolaridad baja 22,20 (12,43-39,67) o alta 3,38 (1,86-7,68). y ser atendida en el sector privado redujo fuertemente la probabilidad de hacerse la prueba del VIH. CONCLUSIONES: La recomendación del Ministerio de Salud de Brasil para el asesoramiento y las pruebas de VIH universales se ha implementado con éxito en el sector público. Para mejorar la cobertura de las pruebas del VIH, es necesario que las nuevas estrategias se dirijan a las mujeres atendidas en el sector privado, especialmente a las de baja escolaridad.

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