Cómo funciona un aed
La desfibrilación es un tratamiento para las arritmias cardíacas potencialmente mortales, en concreto la fibrilación ventricular (V-Fib) y la taquicardia ventricular no perfusional (V-Tach).[1][2] Un desfibrilador suministra una dosis de corriente eléctrica (a menudo denominada contrachoque) al corazón. Aunque no se comprende del todo, este proceso despolariza una gran parte del músculo cardíaco, poniendo fin a la arritmia. Posteriormente, el marcapasos natural del cuerpo en el nódulo sinoauricular del corazón es capaz de restablecer el ritmo sinusal normal[3] Un corazón en asistolia (línea plana) no puede reiniciarse con un desfibrilador, sino que se trataría con reanimación cardiopulmonar (RCP).
A diferencia de la desfibrilación, la cardioversión eléctrica sincronizada es una descarga eléctrica administrada en sincronía con el ciclo cardíaco[4] Aunque la persona puede seguir estando en estado crítico, la cardioversión suele tener como objetivo poner fin a las arritmias cardíacas de mala perfusión, como la taquicardia supraventricular[1][2].
Los desfibriladores pueden ser externos, transvenosos o implantados (desfibrilador cardioversor implantable), según el tipo de dispositivo que se utilice o necesite[5] Algunas unidades externas, conocidas como desfibriladores externos automáticos (DEA), automatizan el diagnóstico de los ritmos tratables, lo que significa que los socorristas o transeúntes pueden utilizarlos con éxito con poca o ninguna formación[2].
Quién puede utilizar un desfibrilador en un lugar público
Los desfibriladores son dispositivos que envían un impulso eléctrico o una descarga al corazón para restablecer el ritmo cardíaco normal. Se utilizan para prevenir o corregir una arritmia, es decir, un latido cardíaco irregular demasiado lento o demasiado rápido. Si el corazón se detiene repentinamente, los desfibriladores también pueden ayudar a que vuelva a latir. Los distintos tipos de desfibriladores funcionan de manera diferente. Los desfibriladores externos automáticos (DEA), que ahora se encuentran en muchos espacios públicos, se utilizan para salvar la vida de las personas que sufren una parada cardíaca. Incluso los transeúntes sin formación pueden utilizar estos dispositivos en caso de emergencia.
Otros desfibriladores pueden prevenir la muerte súbita entre las personas que tienen un alto riesgo de sufrir una arritmia potencialmente mortal. Entre ellos se encuentran los desfibriladores cardioversores implantables (DCI), que se colocan quirúrgicamente dentro del cuerpo, y los desfibriladores cardioversores portátiles (DCI), que se colocan sobre el cuerpo. Puede llevar tiempo y esfuerzo acostumbrarse a vivir con un desfibrilador, y es importante ser consciente de las posibles complicaciones.
Un DEA es un dispositivo portátil, ligero y que funciona con pilas, que comprueba el ritmo cardíaco y envía una descarga al corazón para restablecer el ritmo normal. El dispositivo se utiliza para ayudar a las personas que sufren una parada cardíaca.
Cómo funciona un desfibrilador con electricidad estática
Los desfibriladores pueden controlar y regular los latidos del corazón, que utiliza impulsos eléctricos para contraer los músculos que rodean el órgano y bombear sangre oxigenada a otros tejidos. El corazón hace esto polarizando su marcapasos. La despolarización es lo que hace que el corazón se contraiga y produce la forma de onda PQRST (Figura 1) que puede leerse en una máquina de electrocardiograma (ECG). El ECG mide realmente el impulso eléctrico y no la contracción física del corazón.
Existen multitud de razones por las que un corazón puede necesitar un desfibrilador. La razón más común (y por la que el desfibrilador recibe su nombre) es la fibrilación ventricular. En este caso, el ritmo cardíaco normal se transforma en pulsos muy cortos y frecuentes (Figura 2). Son tan breves que la sangre no sale de los ventrículos y no circula por el cuerpo. Esto puede provocar la asfixia de la víctima a escala celular si no se trata inmediatamente.
Otra forma común de sufrimiento cardíaco que puede corregirse con un desfibrilador es la taquicardia ventricular (Figura 3). Esencialmente, se trata de una situación en la que los latidos del corazón están muy aumentados con una onda QRS ancha.
Cómo funciona un implante de desfibrilador
El único tratamiento eficaz consiste en administrar una descarga eléctrica con un dispositivo llamado desfibrilador (para desfibrilación del corazón), que detiene el ritmo caótico de un corazón en fibrilación ventricular, dándole la oportunidad de volver a latir con un ritmo normal.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) no reiniciará un corazón en parada cardiaca súbita. La RCP es sólo una medida temporal utilizada para continuar con un suministro mínimo de oxígeno al cerebro y otros órganos. Cuando alguien sufre una parada cardiaca súbita, la desfibrilación es la única forma de restablecer un ritmo cardiaco regular.
La parada cardiaca súbita se produce cuando el corazón fibrila -una actividad eléctrica caótica y anormal del corazón-, lo que hace que el corazón tiemble de forma incontrolable. La persona pierde el conocimiento muy rápidamente y, a menos que se revierta la situación, la muerte sobreviene en cuestión de minutos. Por otro lado, el infarto de miocardio se produce cuando el suministro de sangre a una parte del propio músculo cardíaco se reduce gravemente o se interrumpe a causa de una obstrucción en una arteria. Un infarto puede desencadenar una parada cardiaca súbita, pero no son lo mismo.