Monitorización hemodinámica ppt
Proponemos que se prefiera la monitorización invasiva continua de la presión arterial en los pacientes quirúrgicos de riesgo moderado a alto, idealmente utilizando un enfoque basado en algoritmos cuyo objetivo es prevenir/gestionar la hipotensión arterial. También proponemos mantener la PAM por encima de 65 mmHg o dentro del 10-20% de los valores de referencia preoperatorios en reposo (acuerdo 100%).
Proponemos utilizar de forma rutinaria un enfoque personalizado de infusión de fluidos/expansión de volumen intraoperatorio basado en la respuesta hemodinámica individual a la titulación de volumen para reducir los efectos secundarios nocivos de los fluidos y mejorar el resultado de los pacientes (acuerdo del 100%).
Proponemos aplicar una «lista de comprobación de criterios de validez» antes de utilizar la VPP (o métodos similares) para estimar la capacidad de respuesta a los fluidos, y luego administrar pequeños bolos de fluidos iterativos para mantener la VPP intraoperatoria (o métodos similares) por debajo del valor umbral que define la capacidad de respuesta a los fluidos (acuerdo del 100%).
Proponemos utilizar métodos continuos mini o no invasivos para monitorizar el CO/SV en lugar de técnicas de referencia invasivas para aplicar la TDG perioperatoria en pacientes de riesgo moderado a alto sometidos a cirugía no cardíaca (acuerdo del 83%).
Monitorización hemodinámica
Periodo perioperatorio: Se comparó la administración de líquidos con o sin inótropos/fármacos vasoactivos para aumentar el flujo sanguíneo (grupo de terapia estándar) con los objetivos medidos explícitamente con la monitorización hemodinámica invasiva o mínimamente invasiva (grupo de intervención). El período perioperatorio comenzó al principio de la cirugía y duró hasta 24 horas después de la misma. Se definieron objetivos explícitos para el índice cardíaco, el suministro de oxígeno (DO2), el consumo de oxígeno, el volumen sistólico, la saturación de oxígeno venosa mixta o central, la extracción de oxígeno o el lactato sérico.Los criterios de exclusión fueron los siguientes:
Fig. 1Diagrama de flujo. Diagrama PRISMA que muestra los procesos de inclusión y exclusión utilizados para la búsqueda y revisión de la literaturaImagen a tamaño completoDe los estudios seleccionados, 21 utilizaron técnicas para medir el gasto cardíaco; estos estudios tenían un total de 4872 pacientes de alto riesgo quirúrgico (Tabla 1).
Tabla 1 Estudios seleccionados y tecnología utilizada para la monitorización hemodinámicaTabla de tamaño completoLa evaluación del riesgo de sesgo para cada uno de los estudios incluidos puede visualizarse (Fig. 2a y b). La mayoría de los estudios informaron de problemas de cegamiento.
Monitorización hemodinámica anestesia
Figura 3. Incidencia de inestabilidad hemodinámica, necesidad de aminas intravenosas y balón de contrapulsación intraaórtico (BIA) en pacientes con y sin bloqueo completo de rama. Análisis multivariante Tras el ajuste multivariante en el análisis de regresión logística para la aparición de inestabilidad hemodinámica durante el período postoperatorio temprano (Tabla 3), los predictores independientes fueron una mayor duración del intervalo QRS (odds ratio [OR] ajustada por 10 milisegundos = 1. 49; intervalo de confianza del 95% [IC 95%], 1,11-2; p=0,007), la ausencia de injertos arteriales en la revascularización coronaria (OR=3,6; IC 95%, 1,14-11,6; p=0,029) y un mayor tiempo de CEC (por minuto, OR=1,013; IC 95%, 1,003-1,023; p=0,013). La observación del BCC en el ECG preoperatorio también fue un predictor independiente de inestabilidad hemodinámica cuando se excluyó del modelo la duración del intervalo QRS (OR=6,17; IC del 95%, 1,3-27,7; P=0,017).
Monitorización hemodinámica invasiva
⇓-4). Durante la cirugía y en el postoperatorio, muchos pacientes reciben soluciones artificiales, como coloides y cristaloides, que inducen una hemodilución y una reducción de la capacidad de transporte de O2 en sangre (CaO2), lo que, a su vez, puede afectar negativamente a la RDO2. En un estudio reciente, se estudiaron los efectos diferenciales de un fluido coloide y uno cristaloide sobre la hemodinámica sistémica y renal después de la cirugía cardíaca. Ambos fluidos mejoraron el gasto cardíaco y el FBR, pero ninguno de ellos aumentó la RDO2, debido a la hemodilución (5).Figura 1.
Esquema de los determinantes de la oxigenación renal. La disponibilidad renal de oxígeno (O2) viene determinada por el equilibrio entre el suministro de O2 y el consumo de O2. El suministro de oxígeno renal depende del flujo sanguíneo renal (FUR) y del contenido de oxígeno arterial (CaO2). El FBR está determinado por la presión de perfusión renal y la resistencia vascular renal. En caso de hipotensión grave, la capacidad de autorregulación renal se agota y el FBR pasa a depender de la presión. Una presión de perfusión renal baja (presión arterial media menos presión venosa central) durante la cirugía o en la unidad de cuidados intensivos se correlaciona directamente con un aumento de la creatinina sérica. La reabsorción tubular activa de sodio representa el 70%-80% de la RVO2 (6). Si se administra furosemida (bolo de 0,5 mg/kg seguido de 0,5 mg/kg por hora) a los pacientes postoperados, la RVO2 disminuirá aproximadamente un 25%, y los estudios experimentales han demostrado que la furosemida provoca un aumento de la Po